

_ Pero yo lo quiero.
_No se casara contigo.
_Pero...
_No se casara contigo y punto.
Reichel se fue corriendo y ala vez llorando. Los reyes odiaban a los humildes.
Días después Reichel se estaba casando a escondidas con el plebeyo Mik. Vivieron felices como en todos los cuentos y se fueron a vivir al monte como humildes.
1 comentario:
Jose, muy bonita historia, que Dios te bendiga mucho esa cabezita.
Aunque no me conoces, yo SI que te conozco muy bien a traves de tu mami.
Un besito muy fuerte
Cristina
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